Una 'bella' postal veraniega
Una vez decididas las vacaciones en la región de las 'Cinque Terre', llegaba el momento de elegir cual de ellas se adaptaría mejor a nuestras necesidades y gustos a la hora de visitar la zona, así que, tras leer infinitas opiniones en diversos foros y mucho sopesarlo, nos decidimos por Riomaggiore, y os explico el porqué.
Descartar Corniglia fue lo más fácil, debido principalmente a que es el único pueblo que no da directamente al mar, lo cual incomodaba un poco a la hora de desplazarse hasta las demás islas y lógicamente, no tenía playa.
Monterosso al Mare tenía las mejores playas, lo que implica directamente atraer a muchísima gente, algo que tampoco queríamos ya que también buscábamos cierta tranquilidad. Uno menos.
La decisión final quedaba entre Riomaggiore y Manarola, muy recomendables ambos, aunque nos decidimos por el primero debido principalmente a su mejor oferta de alojamiento, su playa rocosa, pequeña como para impedir que viniesen a ella desde pueblos vecinos pero suficiente para darse un chapuzón si estabas allí, y finalmente por su situación como punto de salida de los ferrys, lo cual era muy cómodo para excursiones hacia otras localidades. Además, estaba conectado con Manarola por la famosa 'Via dell'Amore' en un paseo impresionante bordeando la falda de la montaña.
Me llevé un muy grato recuerdo de este lugar, es uno de los mejores pueblos que he visto nunca, de esos a los que deseas volver a los dos minutos de irte. Ojalá pueda hacerlo algún día.


