Lugar y servicio excelente.
El hotel excelente: acogedor, limpio, tranquilo, bien situado para visitar la zona, cómodo y posiblemente olvido alguna cualificación más positiva.
El servicio inmejorable: realmente uno se siente como en casa. El propietario, Xavi, un joven increíblemente atento y servicial. Con tan sólo una vez de servirte, al día siguiente ya sabe atender a tus gustos, es simpático y está dispuesto a escuchar y ayudar en todo aquello que necesitas. Un chaval muy trabajador y que verdaderamente te hace sentir ganas de volver al lugar.
EL comedor y la comida: si bien el comedor al igual que el resto del lugar es muy acogedor, la comida tiene mucho que desear: Los desayunos muy correctos, pero las dos cenas que hemos hecho las puedo evaluar así:
- Sopa de galets, muy buena.