Merecido homenaje a un distinguido Bioquímico y Biólogo molecular español
Tanto la Avenida que llega hasta la Av. Ramón y Cajal como esta arbolada y fresca rotonda llevan, muy merecidamente por cierto, el nombre del Bioquímico y Biólogo molecular español Dr. Severo Ochoa de Albornoz quien estudió Medicina en la Universidad Complutense de Madrid, carrera que no ejerció, debido a su marcado interés por la biología inspirada por el reconocido neurólogo español Santiago Ramón y Cajal. Los primeros años de su carrera los cursa en la misma Universidad, obtiene diversas becas de perfeccionamiento en las Universidades de Glasgow, Berlín y Londres. De regreso en Madrid ocupa desde 1931 a 1935 la cátedra de Profesor Ayudante en Fisiología y Bioquímica de la Facultad de Medicina de Madrid realizando importantes estudios de investigación en Londres. Se va a Alemania en 1936 debido a la Guerra Civil española y emigra en 1937 hacia Plymouth (Massachuttes) y Oxford (Londres) hasta que en 1941 lo hace a los Estados Unidos por la Segunda Guerra Mundial. Trabajó como investigador asociado en la Universidad de Nueva York, Profesor de Bioquímica y Jefe de Departamento desde 1946 hasta que se jubila en 1954. Sus experimentos en el campo de las enzimas le permiten obtener la medalla Bewberg en 1951. Logra una síntesis de ARN, molécula necesaria para la síntesis de proteínas y su discípulo Arthurg Kornberg demuestra que la síntesis de ADN requiere de otra enzima, ambos comparten el Premio Nobel de Fisiología y Medicina en 1959. Continúa trabajando en Biología Molecular en la Universidad Autónoma de Madrid y se traslada definitivamente a España en 1985.