Un espectáculo común para los habitantes y extraño para los viajeros!!!
Es curioso observar mientras uno avanza por las rutas de ripio camino a los lagos y a la zona de Grutas Rupestres de Pilo Lil, la enorme cantidad de ovejas que vareadas por los aparceros Mapuches avanzan cubriendo el camino de lado a lado y en perfecto orden. Tal es la cantidad que es imposible seguir hasta que ellas no finalizan de pasar con lo cual y si en ese momento, como pasó, estaba bajando el sol había que quedarse quietecitos para no espantarlas. Toda la zona patagónica es famosa por los establecimientos dedicados a la cría de estos lanudos ovinos, mayoritariamente de lana merino, que deben ser trasportados por la ruta en la búsqueda de agua dulce, sitios previamente marcados y conocidos, aunque en esta zona es menor por los pastos duros, escasos y secos. En esta franja también hay, aunque escaso, ganado vacuno y se efectúan trabajos de labranza y siembra de la tierra y más adentro la cría del famoso cordero patagónico cuyas parrilladas hemos compartido en algún otro viaje y es realmente exquisito.
Nos narra la historia que el hombre blanco apareció por esta zona en el siglo XVII y que una de las culturas que más peso tenía por sus arraigadas costumbres fueron los Mapuches que se alimentaban de carne de oveja, chiva, maíz y papas y poblaban los valles y bosques de la cordillera de Los Andes.


