Explorando Nuku Hiva
Cuando llegamos a esta isla dijimos, pero si esto es el fin del mundo!
Lloviendo, nos dimos un paseo por el pueblo de Taiohae con sus calles sin asfaltar y nos apresuramos a preguntar sobre las actividades que se podían realizar en aquel tranquilo pueblecito.
A duras penas con mi francés de Torremolinos logre comunicarme con un señor Francés que organiza excursiones a la gran cascada de Hakahui a través de su teléfono móvil que me facilitaron en la pensión Moana Nui y quedamos para ir de ruta al día siguiente.
Embarcamos junto con una familia francesa en el puerto de Taiohae en una míni lancha sin salvavidas que daba miedo y tras un ajetreado crucero con olas majestusas bordeando la Bahía llegamos a la playa mas tranquila y relajante que jamás he conocido, lastima que me deje la cámara en el hotel y solamente pueda mostrar las fotos del móvil.