Alejo Tomás

Estupendo Ryokan con onsen privado y cena/desayuno japonés

Si alojarse en un Ryokan, el alojamiento típico japonés, puede definirse como toda una experiencia (única y que todo viajero a Japón debe vivir), unirle poder disfrutar de un Onsen (aguas termales japonesas) y a esto unimos una cena y un desayuno típico japonés, se convierte en una de las mejores experiencias vividas en Japón.

Lo primero es saber cómo se llega a la isla de Miyajima. Para poder hacerlo debemos tomar un ferry que está al lado de la parada de Miyajima-guchi (Sanyo line de JR), donde llegaríamos procedentes de Hiroshima.

Veníamos de un precioso Ryokan en Kyoto, pero esto era un pasito más y todavía quedaban ver los extras: el onsen privado, la cena japonesa y el desayuno japonés.

Nuestro onsen fue privado, no por petición expresa, sino porque en nuestro ryokan eran así, tienen 2 y pueden entrar hasta 4 personas en cada uno. Se trata de una estancia dividida en 2 partes: baño normal y onsen. En la primera estancia, el baño, tienes todo lo necesario para cambiarte: cosas de aseo, toalla, un lavabo, las instrucciones de uso del onsen. Por tanto, con la lección bien aprendida, pasamos a la estancia del onsen, donde lo primero a hacer es ducharse con agua templada (o también puedes mezclar ducha fría y caliente). Luego hay que meterse en el onsen propiamente dicho, que es una gran bañera llena hasta arriba de agua muy caliente y de estructura de piedras.

Como era habitual en Japón, amanecimos muy temprano: 7:00. Bajamos al desayuno japonés, la otra elección misteriosa. Allí nos esperaban en el salón, muy simpáticas las chicas del ryokan, pero de inglés poco, mucho gesto de amabilidad y a la mesa. Como pasó en la cena, la mesa estaba llena de platos, la única diferencia que está vez no habría tofu, pero te llama la atención tomarte un trozo de salmón a las 7:30 y una ensalada de alubias, como ejemplos. A decir verdad, la cantidad era mucha, pero es que estaba muy rico, así que, de nuevo, nos lo comimos todo. Finalmente, había sido buena idea coger cena y desayuno japoneses.

En resumen, un auténtico Ryokan con onsen y comida japonesa; algo caro, pero es un capricho que, si uno puede permitirse, debe hacer.

Arturo Sánchez Quiñones

El capricho de dormir en un ryokan

Teníamos claro que en nuestro viaje a Japón queríamos pasar una noche en un ryokan, los alojamientos tradicionales japoneses. Cuando empezamos a mirar precios estos eran tan altos que casi desistimos del intento. Sin embargo, cuando fuimos a buscar hotel para pasar una noche en Miyajima encontramos el Ryoso Kawaguchi. No es que sea precisamente barato, pero si tenía unos precios algo más ajustados y además era solo para una noche.

Así que nos liamos la manta a la cabeza y decimos pasar allí una noche. Y la verdad es que fue toda una experiencia.

Tras disfrutar de la isla, de ver el famoso torii iluminado y de probar por primera vez el okonomiyami, nos fuimos al ryokan. Antes de acostarnos pudimos pasar una hora en el onsen privado del que dispone el hotel. La verdad es que se agua caliente nos dejó tan relajados que dormimos como niños, algo a lo que sin duda ayudo la tranquilidad que hay en la isla en cuanto cae el sol.

Nuestra habitación era bastante amplia, con dos comodísimos futones (jamás hubiéramos pensando que dormir en el suelo podía ser tan agradable. Teníamos una terraza que daba al bosque que puebla toda la isla y un aseo con inodoro y lavabo en la habitación. Las habitaciones con baño compartido son algo más económicas, pero yo la verdad es que prefiero no tener que salir a buscar un baño en mitad de la noche.
Para nosotros fue una estancia agradable y una experiencia que creemos merece la pena probar.

Hotel Ryokan Ryoso Kawaguchi

2 opiniones sobre Hotel Ryokan Ryoso Kawaguchi

Estupendo Ryokan con onsen privado y cena/desayuno japonés

El capricho de dormir en un ryokan