LA ISLA DE SAAREMAA, DONDE EL TIEMPO SE PARÓ HACE 70 AÑOS
Si hay un lugar que visité en los últimos veranos que me sorprendió por su belleza, su tranquilidad y su poco turismo es esta isla de Estonia, preservada en las últimas décadas de la evolución debido a la ocupación soviética.
Y es que la isla era una zona restringida en los años de la Guerra Fría con lo cual no era visitable y se preservó tal y como estaba antes de la ocupación.
Ofrece cientos de lugares maravillosos donde la soledad en un mes de agosto es tu mejor compañera, y es que el turista que busque huir del turismo de masas tiene aún en este lugar un refugio en los meses de verano.
Es imprescindible alquilar un coche para recorrerla. Desde Virtsu es posible coger un ferry para cruzar a la isla por un precio muy asequible y recorrerla durante tres o cuatro días.
Para dormir es recomendable la capital, Kuressaare, debido a la oferta hostelera que ofrece aunque hay múltiples alojamientos tipo Bed and Breakfast repartidos por su territorio. Los precios son muy asequibles en todos los aspectos.
Se puede visitar desde el cráter de un meteorito, unos de los castillos de piedra mejor conservados del continente (Kuressaare), los molinos de Angla, el P. N. de Vilsandi donde visitar la isla, recorrerla andando y ver muchas aves, y visitar numerosos faros, iglesias maravillosas semiabandonadas, en una vegetación privilegiada.
Os cuelgo algunas fotos y os animo a disfrutar de este lugar, antes de que se ponga de moda. Un saludo


