Todos ellos en grandes avenidas.
Quien viaja a Cuba va prevenido del estado de las edificaciones que se va a encontrar. Todos hemos visto fotos de La Habana. Cuando yo llegué a Sagua no me esperaba lo que iba a ver. Sagua no está casi en ninguna guía de turismo. Yo viajaba con una persona de allí y tampoco me había preparado para lo que iba a encontrar: la belleza de su parque central con su gran árbol que ha resistido a numerosos huracanes, el casino español del que a duras penas resiste la fachada, la estación de tren, por la que parece hace años no pasa ninguno de ellos, edificios públicos, no sé si de la universidad, que el huracán Irma les ha convertido en preciosas ruinas que hacen adivinar la magnitud de la belleza que lucieron algún día, el centro social con sus grandes ventanales y su bonito patio central, hasta donde llega la música que nunca falta en cualquier rincón de Cuba.