Occitania en estado puro
En Provenza, uno tiene la sensación de participar en un concurso, esperando a ver cual es el próximo premio. Crees haber visto algo soberbio, y ahora más..., algo bello y ahora más. Uno no puede con tanta belleza, con tanto perfeccionismo, es demasiado ;).
Otro de mis lugares elegidos al azar durante la semana provenzal y siguiente premio fue: Saint Rémy de Provence. Al llegar y debido a la fecha, te la encuentras repleta de gente, con las cámaras en la mano, inmortalizando cada uno de los pintorescos rincones de esta coqueta ciudad.
Pero, hay que dejarse llevar por el alma oculta de esta pequeña villa, hay que adentrarse por sus calles, escuchar a sus paisanos, caminar, disfrutar de su arquitectura, de su historia, porque de repente descubres un poema, un poeta, un visionario, un idioma nuevo, unas banderas desconocidas, un olor diferente, otro país.