Dónde vamos Eva
Un estilo casi divino
La Sala que servía de entrada al nuevo Palacio de los Leones, llamada así por los ricos ornamentos que decoran sus paredes y techos, es un maravilloso anticipo a lo que nos espera en este nuevo palacio.
El efecto que producen los mocárabes es inexplicable, uno no sabe de donde han podido salir todo ese conjunto de formas geométricas, a veces con colores, a veces blancas, que juegan con la luz y con tus sentidos. La sensación de algo etéreo, de que no es real, de visión onírica que acabará desapareciendo y que además ofrece una realidad cambiante según te mueves y entra la luz.
Con esta sala nos da la bienvenida la joya mejor guardada de la Alhambra: El Patio de los Leones y su colección de elementos arquitéctonicos perfectos.
La curiosidad pudo conmigo e intenté saber algo más sobre estos fascinantes adornos, las explicaciones me dejaron aún más sorprendida: basados en fórmulas matématicas, los mocárabes son como pequeños triángulos perfectamente ensamblados al vacío y cincelados a manos de expertos artesanos, después una bellísima capa de pintura los convertía en pequeñas joyas. Me contaron que en la actualidad resulta prácticamente imposible encontrar un artesano que sepa como hacerlos y que incluso su restauración es dificultosa.
Por lo tanto, cuando vengaís por la Alhambra, no perdaís detalle de estas perfectas formas geométricas que enajenan los sentidos porque a veces llegas a creer que hay algo de divino en todo ello ;-)
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