Salinas de Celestún

La mayoría de gente que va a Celestún lo hace para navegar por su ría, una Reserva de la Biosfera desde el año 2004, con alguno de los tours en lancha que hay. Se pueden ver flamencos, ojos de agua (cenotes), un bosque petrificado (que le llaman ellos) y con suerte, algún cocodrilo. Luego también están sus kilométricas y tranquilas playas en las que ir a pasar el día y pegarse un buen chapuzón pero hay una cosa que pasa desapercibida para mucha gente y que es realmente preciosa, sus salinas.

Las salinas de Celestún son pequeñas lagunas de colores y tonos rosados que todavía hoy se usan para extraer la sal de forma natural y manual. No es fácil llegar a ellas ya que no están indicadas, simplemente hay que adentrarse en la reserva y perderse por alguno de los muchos caminos que hay hasta dar con alguna de estas bellezas naturales. Nosotros pudimos hacerlo ya que teníamos coche de alquiler pero si no tienes tu propio transporte lo tienes difícil.