Sal de interior
¿Cómo puede haber unas salinas en plena sierra de Cádiz, si el mar se encuentra a 100Km de distancia? Para responder a esta pregunta, deberás visitar las Salinas de Iptuci y estar atento a las explicaciones.
Estas salinas de origen fenicio también fueron explotadas por los romanos, y en la actualidad siguen produciendo sal de manera artesanal, igual que se hacía tres mil años atrás, y ¡en las mismas instalaciones! Se producen tres tipos de sal: sal marina, escamas de sal, y flor de sal.
El agua proviene de manantiales subterráneos, brotando de manera constante durante todo el año, con una temperatura de 25ºC y con contenido salino de 28 gramos por litro. Esta agua salada se canaliza mediante un pequeño acueducto y se almacena en unas piscinas o decantadores, desde donde se distribuye hacia los cristalizadores, conocidos también como “huertas del periquillo”. Allí, el sol y el viento hacen su trabajo para crear un producto totalmente natural, sin añadidos químicos ni tratamiento alguno.