Acierto
Llegamos casi de casualidad a este pequeño restaurante, ya que hay muchos por la zona. Desde el principio el trato fue buenísimo y Thiago nos hizo sentirnos muy a gusto. Comimos en la terraza, siempre recomendados por Thiago y desde luego que acertamos. Hay que probar el queso portugués de la Serra da estrela. Nos sacó también unas sardinillas pequeñas que estaban riquísimas. El vinho verde barato y rico (aconsejado por Thiago). Después un lenguado y un arroz de pulpo con unos filetes de pulpo rebozado. De postre una tarta de zanahoria con chocolate espectacular! Nos dio a probar el orujo de la casa y nos contó la historia del bar. Es una zona de lonja y el bar es de toda la vida, aún así no paraba de entrar gente de chaqueta.