Santuario de María Santísima de Araceli

A 6 kilómetros de Lucena se encuentra el Santuario de Nuestra Señora de Araceli, patrona de Lucena y del campo andaluz. Merece la pena subir a la cima de la colina donde se asienta el templo, no sólo por el simbolismo religioso y espiritual que representa para todos los andaluces, sino también para disfrutar del precioso panorama que se extiende a nuestros pies.
Llegar arriba es fácil, si, en coche. Lo más duro es subirlo a patita, como hacen los romeros que cada año van a rendir homenaje a la Virgen.
Para los más cómodos, una carretera conduce a través de feraces olivares y agrestes y pintorescos paisajes serranos desde la ciudad de Lucena hasta la explanada del Santuario, a 863 metros sobre el nivel del mar, desde donde nada menos que tierras de cinco provincias andaluzas y más de treinta pueblos se muestran ante nuestros ojos.

Es precioso, aunque seas ateo como yo.
Tiene historia, unas vistas espectaculares, se respira aire puro de la Sierra y si vas al bar de al lado no te vayas sin catar sus choricillos y morcilla.
Por cierto también tuvimos la suerte de celebrar otra boda allí. Inmejorable (como la de la peli de Almodovar.

Vistas increíbles y sobre todo la paz y protección de la mirada de la patrona de Lucena, Virgen María Santísima de Araceli.

De visita obligada para turistas y lugareños. Los domingos después de misa se puede acceder al camerín de la virgen.

En la cima de la sierra donde se encuentra la Virgen de Araceli, Patrona de Lucena.

La ermita de la Sra. de Araceli es lindísima.