El santuario de los Joseon
Recorriendo el interior de la fortaleza de Suwon, paseando por sus calles, vimos a través de las rendijas de una puerta este santuario. No encontramos forma de acceder a su interior, y en el plano que teníamos de la ciudad no conseguíamos distinguir el modo de entrar a él.
Sin embargo, al visitar el Palacio de la ciudad, con un nuevo plano del recinto en la mano, vimos que tras recorrer todos los espacios del palacio, una puerta parecía llevar al santuario.
Y así era. Es uno de esos lugares a los que pocos visitantes llegan. La gente suele visitar lo principal de un lugar, hacer unas fotos y marcharse. Pocos son los empeñados como nosotros en recorrer cada lugar de los sitios que visitamos. Y además en este caso, estábamos empeñados en llegar al santuario.
Hay que cruzar una pequeña puerta y se sale a un gran espacio sin nada que no sea el antiguo santuario en su centro. Éste, a diferencia de las construcciones del palacio, no tiene pintadas sus paredes. La protagonista es la madera, pulida en las columnas y con celosías en las puertas. Un lugar sobrio este al que acudían los reyes Joseon.
El interior del santuario está cerrado, por lo que realmente no hay mucho que ver en este lugar.
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