Tamadiste
Introducción:
La ruta de hoy nos lleva al Caserío de Taborno, situado en el Parque Rural de Anaga, declarado hace un año, aproximadamente, Reserva de la Biosfera. Saldremos desde la ermita que se encuentra en la plaza en dirección al Roque de Taborno, donde tomaremos un sendero descendente, denominado Palos Hincados. Este sendero nos lleva hasta la Playa de Tamadiste, a los pies del Roque Marrubial. Haremos la ruta en los dos sentidos, siendo el regreso muy exigente físicamente.
Como llegar:
Subimos hacia el Monte de Las Mercedes por la carretera TF 12. Pasamos por la Cruz del Carmen, Pico del Inglés, Casa Carlos, y en el punto kilométrico 20,7 tomamos una desviación a la izquierda, que nos lleva al cruce de Las Carboneras, Chinamada y Caserío de Taborno por la carretera TF 145, recorriendo 3,5 kms. En este punto tomamos a la derecha por la carretera denominada TF 138, rodeados del bosque de laurisilva que puebla esta zona, hasta llegar a Taborno, situado a 627 metros de altitud. Nos dirigimos a la Ermita de San José, donde hay un mirador desde el cual se puede divisar las Casas de Afur, el Roque Marrubial, El Fraile, Roque de El Tablero, el Barranco de Afur, los Roques de Anaga, el Roque de Tenerías o Tenejías, Roque Anambro, Roque Negro, Roque Alonso, Roque Páez o La Esfinge, Las Carboneras y un bosque termófilo de sabinas, almácigos y lentiscos.
Itinerario:
Seguimos la senda hormigonada en rojo por la derecha de la ermita y llegamos al Mirador Fuente del Lomo, en el Monte de La Hoya. En un cartel informativo podemos leer: “El monte hace de esponja del agua, un bien básico para la vida. Los habitantes de esta zona jamás cortaron este trozo de monte. Sin bosque no hay agua. En Taborno se generó cierto respeto por un pequeño vergel de tiles y laureles, como motor que elabora el preciado líquido, ya que sus hojas condensan el agua de las nubes, que se filtra al suelo y genera vida”. Esto hace referencia a los vientos Alisios, al Mar de Nubes y a la lluvia horizontal, muy típicas en las medianías y cumbres de Canarias. Comentar también que el Roque de Taborno es uno de los montes más altos del Macizo de Anaga, con 706 metros de altitud sobre el nivel del mar.
Reanudamos la marcha, el camino también está hormigonado en esta zona, rodeados de tierras de cultivo y caseríos dispersos. Hacemos un alto en una fuente, donde hay una senda por la izquierda que vuelve a la ermita, por detrás de la montaña. A nuestra izquierda, en el otro lado del Barranco de Taborno, podemos ver el Caserío de Las Carboneras y el Roque de Tenerías. Detrás de la fuente se encuentra la entrada a un corral de ganado caprino. Continuamos el sendero por la derecha entre tuneras y piteras hasta alcanzar un poste de alumbrado público. En este punto nos encontraremos un cruce, donde tenemos dos opciones: a la izquierda el Roque de Taborno y a la derecha el Sendero de Palos Hincados, que baja al Barranco de Afur.
Al fondo, frente a nosotros, podemos divisar los Roques de Anaga. A la derecha aparece la silueta del Roque Anambro, 815 metros de altitud sobre el nivel del mar, en la zona conocida como la Reserva Natural Integral de El Pijaral. Según cuenta la leyenda, BENEHARO, Mencey de Anaga, antes de ser capturado por las tropas castellanas durante la conquista, no quiso vivir cautivo y subió al mencionado roque desde donde se lanzó al vacío, muriendo posteriormente. Antes de arrojarse desde lo alto gritó : ¡Guañoth Achamán! (¡Ayúdame, Dios mío!). Dicen que los acebiños tienen los frutos rojos por la sangre que derramó Beneharo, al caer sobre uno de ellos.
Tomamos el sendero de Palos Hincados hasta llegar a un loma. Si seguimos de frente veremos un sendero que baja a las Casas de Afur, donde la vegetación se ha hecho fuerte y es complicado avanzar. Actualmente está en desuso. Nuestro camino continúa por la izquierda, siguiendo una que se adentra en un sabinar. La entrada al sendero no está muy clara, pero si nos fijamos bien, veremos dos mojones de piedras que nos señalan la senda a seguir. Frente a nosotros el Roque de Taborno. Ahora el sendero continúa paralelo a un murete de piedras de fácil tránsito. Comenzamos un suave descenso por el cauce del barranco, en el cual corre abundante agua. Desde nuestra posición podemos observar el Roque Marrubial. Pronto nos encontraremos con escaleras esculpidas en la roca tosca rojiza, que nos señalan el camino a seguir. Recorremos un tramo por el cauce del barranco, el cual abandonamos por la izquierda junto a unos mojones de piedras. Las comunidades rupícolas pueblan buena parte de la ruta. Continuamos en horizontal un largo tramo hasta llegar a un dique, desde el cual ya podemos divisar la Playa de Tamadiste y los caseríos dispersos en el Barranco de Palos Hincados. Cruzamos un paso complicado, junto a un acantilado, hasta llegar a unas cuevas que sirven de refugio al ganado caprino que pasta en estas laderas. Las vistas hacia la costa son espectaculares. A nuestra derecha veremos Roque Páez y el Roque de El Tablero, en la otra vertiente del Barranco de Afur. En esta zona volvemos a encontrarnos escaleras esculpidas en la roca tosca rojiza, que nos facilita el avance. Continuamos bajando por el Barranco de Palos Hincados y veremos varias construcciones que sirven de cuartos de aperos, para las labores agrícolas; el terreno se encuentra estratificado en bancales. Nuestra ruta conecta con el Barranco de Afur, un poco antes de llegar a la Playa de Tamadiste o Tamadite. A nuestra derecha podemos ver, en lo alto del valle, Roque Negro. Debido al abundante caudal que lleva el barranco, se pueden ver varios saltos de agua. Según las mareas o la estación del año en que nos encontremos , la playa puede ser de callaos o arena negra.
Para la vuelta tenemos dos opciones: volver por donde hemos venido o subir hasta el Caserío de Afur, El Frontón y enlazar con Taborno. Tanto si vamos por un lado u otro, el regreso es muy exigente físicamente. La duración del recorrido son 4,50 horas, aproximadamente.
Observaciones:
El poeta Fernando García Ramos dedicó varios poemas al Macizo de Anaga y se puede observar, en las plazas de los pueblos, varios de ellos pertenecientes a la obra “Anaga, senderos de poesía". En Taborno podemos encontrar el Poema VIII, perteneciente a Mayo de 2005.
SANTA CRUZ DE TENERIFE A 14 DE ABRIL DE 2016
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