Julian Torres Talayero
Las malteadas y hot dogs hacen la diferencia
La primera vez que comí en un Shake Shacks fue en Nueva York y desde entonces quedé enganchado. Al verlas así en Chicago no tuve otra opción más que ceder ante su fuerte atractivo y comer al menos una de sus hamburguesas. Y es que no entiendo bien qué es lo que determina la diferencia, pero simplemente saben demasiado bien.
Algo tendrá que ver la calidad de la carne y que no exageran en la grasa de la cocción, también las malteadas y hot dogs que son especialmente buenos aquí, hacen la diferencia entre ésta y cualquier ora hamburguesería.
Además está sucursal en particular se
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