Sierra de Lokiz en Navarra
Sierra de Lokiz. Se trata de un macizo kárstico pero de carácter menos marcado que el de Urbasa, con acuíferos principales, uno de ellos el de Itxako, situado en Amescoa.
Lokiz es una de las sierras menos conocidas, sierra que corre paralela al Sur de los macizos de Andia, Urbasa y Entzia:, sus encantos son propios de los Parques Naturales: cresterios rocosos de gran altura, barrancos, bosques impresionantes y una variada fauna, que la hacen pura naturaleza salvaje.
Podemos ascender a la sierra por Galdeano, Muneta, Aramendia, Ganuza, Ollobarren y Ollogoyen, los accesos a Lóquiz desde Améscoa, se producen atravesando el cauce del río Uiarra por los puentes de los lugares ribereños: Baríndano, San Martín, Ecala, Eulate, Aranarache y Larraona. También se puede ascender desde el Valle de Lana.
Pero esta tierra se hace misteriosa y enigmática cuando descubrimos que sus farallones rocosos sirvieron de contención a los árabes: que sus sendas fueron utilizadas por los romanos, que existió la devoción al Santo catalán San Cucufat, que éste fue sustituido en el siglo XVII por Santiago Apóstol, que según narra la leyenda transitó por estas calzadas camino hacia Finisterre. Y como olvidar que sus intincrados vericuetos dieron refugio al General Carlista Zumalakarregi.
Una sierra salvaje que guarda en los valles los encantos de sus pueblos rurales, viejas iglesias y grandes casonas. Convivir aunque sea por unas horas con estas gentes es para reflexionar con otras culturas que contradictoriamente son las nuestras. Para ello os recomendamos recorrer los valles que convecinan con la sierra, con una idiosincrasia común hoy todavía reconocible en alguno de sus pueblos, como en el vecino valle de Lana, uno de los últimos lugares donde todavía se hace carbón vegetal en Txondorrak, tal como se refleja en “Tasio” película de Montxo Armendáriz.
Barranco de Basaura.
Al nordeste de la sierra de Lokiz, el arroyo Basaura afluente del Urederra, ha excavado un pequeño pero hermoso barranco que ha sido declarado Reserva Natural por el gobierno Navarro.
La carrasca domina el angosto barranco, sorprendiéndonos con unas imponentes encinas, donde hasta hace poco pastaban en régimen de semilibertad grandes piaras de cerdos. El quejigo se instala en las vaguadas, acompañan el extracto vegetal los serbales, tilos, boj, enebros y sabinas.
Pero su extraordinario valor se debe fundamentalmente a la variada fauna que acomoda su hábitat en el espacio. Entre los mamíferos destacan la garduña, el gato montes, la gineta y el tejón. La avifauna es intensa, destacando entre todas las aves del barranco, el águila real, milano real y el búho chico.
En una ladera del barranco de Basaura, que fue declarado Reserva Natural en 1987, se halla una cueva excavada en las calizas del cretácico superior, que tiene una red de galerías situadas a tres niveles, el más bajo en relación con el acuífero de Itxako.
Cresterio de Lokiz.
El cresterio de Lokiz domina con sus farallones rocosos de caliza, arenisca y conglomerados la cuenca Oeste de Estella-Lizarra. También llamada Sierra de Valdellín, su cresterio se antoja abrupto y salvaje, entre grandes matorrales y vegetación de carrascas que cubren la sierra.
Podemos ascender a la sierra por Galdeano, Muneta, Aramendia, Ganuza, Ollobarren y Ollogoyen. Un lugar tranquilo, será que estas rocas y su historia trasmiten unos mensajes de tranquilidad que contagian a toda la sierra.
El quejigo y el haya cubren el septentrión, mientras las grandes carrascas acompañadas por durillo, madroño y brezo circunda la mitad meridional, bosque que se asemeja a su original semblante, donde es observada una variada fauna salvaje de mamíferos y numerosas especies orníticas, destacando el búho real, águila real y culebrera.
Valle de Lana y las carboneras.
El valle de Lana se distingue por la belleza de sus conjuntos rurales y su ancestral costumbre de las carboneras. La fabricación de carbón vegetal ha sido un oficio tradicional. Antaño el carbón sé hacia en el monte en un círculo allanado, llamado plaza, donde se colocaban las piras de madera o txondorrak ordenadamente, para cubrirlos de tierra y musgos, comenzando la combustión de la madera, “cociéndola” lentamente durante varios días con sus noches, hasta convertirla en carbón vegetal.
Una de las tantas rutas que se pueden hacer por la Sierra de Lokiz. Partiendo desde Muneta subimos a la Sierra de Lokiz por el puerto del mismo nombre que la localidad, puerto de Muneta.
Una vez arriba visitamos la ermita de San Cosme y San Damian y vamos por la senda paralela a los farallones en busca del puerto de Aramendia por el que bajaremos hasta dicho pueblo y terminar la ruta en Muneta.
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