Sinagoga Pinkas

Construida en 1535, tras la II Guerra Mundial, esta sinagoga se convirtió en un monumento recuerdo a todos los judíos checos asesinados por los nazis, escribiendo en sus paredes los nombres de hasta 80.000 victimas.

En el primer piso se muestran dibujos que los niños hicieron en el campo de concentración de Terezin (república Checa).
Esta adosada al cementerio Judío, sin ser tan espectacular como la Sinagoga Española, forma parte del complejo de monumentos judíos de Praga.

Para entrar al cementerio judio, debes entrar por esta Sinagoga, en sus paredes puedes ver escritos los nombres de las personas que aquí están enterradas.

Para poder visitarla, debes comprar la entrada conjunta que incluye una serie de Sinagogas, todas ellas en el barrio Judío de Praga y que te permitirá el acceso a todas ellas.

Dentro del recorrido de las sinagogas del Barrio Judío, la primera que se visita es la Sinagoga Pinkas. De esta sinagoga, lo que más me sorprendió fue que las paredes estaban escritas, repletas de nombres y fechas de judíos que perecerieron en la continua lucha contra ellos. Tiene una zona central en la planta baja, que se puede observar mejor desde la segunda planta. Desde esta sinagoga, hay un acceso al Cementerio Judío, para continuar así el recorrido hacia la Sinagoga Klausen.

La sinagoga Pinkas es de visita obligada si vamos a visitar el cementerio judío, ya que esta a la puerta.
Su peculiaridad es que tiene escrito en sus paredes el nombre de todos los judíos checos asesinados por los nazis, por lo que es un lugar bastante emotivo. A parte de esto no tuvo mucho más interés para mí.

Tiene las paredes pintadas por todos aquellos que murieron.