Siq

Recorrer los 1,2 km del angosto desfiladero que separa la Ciudad Rosa (Petra) del mundo exterior y, deleitarse en la extraordinaria gama de colores que lo pintan según el sol sigue su trayectoria, constituye una experiencia visual impresionante de las que se te quedan grabadas en la retina para siempre y no se olvidan.
Durante el recorrido, el cañón llega a alcanzar los 200 metros de altura y en algunos puntos los dos metros de ancho, si miras hacia arriba hay sitios en los que las paredes casi se tocan.
La expectación va creciendo y es inevitable emocionarse al final del mismo cuando aparece ante nuestros ojos el magnífico Tesoro,......

El Siq es un desfiladero absolutamente espectacular al que se accede tras caminar durante un buen rato desde la entrada a Petra y que finaliza con la espectacular fachada de El Tesoro, la zona más conocida de esta ciudad nabatea.

Para el turista, pasear por el Siq es de esas cosas que no tiene precio. Abrumado por la inmensidad de las paredes rojas que le rodean y bajando, normalmente, rodeado de cientos de turistas, la sensación es casi inenarrable. Se nota que se trata de un sitio especial.

El tiempo que dura ese kilómetro y medio serpenteado es tiempo de admiración y sorpresa.

Fue impresionante. Desde donde te dejan los caballos hasta llegar al monumento mas famoso de Petra, La cámara del Tesoro, ese recorrido fue mágico, especial e inenarrable.

Es algo que no`puedes dejar de sentir en tu vida. Yo volveré. Lo tengo clarisimo. Quizás no me lleve la misma sensación que cuando fui la primera vez, pero lo tengo que intentar. Altamente recomendado

Se puede llegar a la antigüa ciudad navatea de varias maneras, a pie, a caballo o en calesa.
Yo aconsejo ir a pie, si bien el billete de entrada incluye la entrada a caballo. A pie se pueden sacar fotos con calma y ver bonitos detalles de color.
Con calor es un recorrido algo cansado pero merece la pena. La vuelta ya cansado es bueno utilizar alguno de esos medios de transporte que citaba.

Te llevan a la entrada de Siq y te dan las recomendaciones para hacer el trayecto. Se ruega silencio absoluto, aunque es bastante difícil contener las exclamaciones de asombro. El titilar de las velas, produce tal efecto sobre las paredes rojizas de roca, que parecen líquidas. Y como el desfiladero es muy alto y los bordes superiores están completamente a oscuras, cuando miras hacia arriba se ve como un río de estrellas que te acompaña serpenteando todo el camino hasta que, al final, (yo no pude evitar un grito ahogado) se ve una apertura mas iluminada que da paso a la imagen de la foto. Y allí, una vez sentados en el suelo sobre esteras, rodeados de una negrura total, nos ofrecieron un te de menta mientras escuchabamos un recital de violín (ribab) y flauta bereber.

Aconsejo hacerlo a pie y tranquilamente observando todos los detalles para saborear mejor todo lo que nos espera.

Es muy difícil explicar lo que se va sintiendo al verse tan pequeñito en su recorrido. Los colores, el ambiente, los carros... Yo acabo de volver,no es la mejor época por el clima pero poder hacer fotos casi sin gente no tiene precio.

Tienes que cruzar por ahí para llegar al Tesoro y eso le añade más dramatismo al momento.

No se puede contar con palabras. No es sólo algo físico que entre por los ojos. Allí se siente algo anímico.

Caminas y caminas, y justo cuando crees haberlo visto todo de pronto aparece es muy bonita.