Esther Sánchez
Vistas a la ciudad.
Este hotel en el centro de la capital finlandesa cuenta con una torre en cuyo último piso se sitúa una cafetería con dos terrazas que ofrecen vistas a toda la ciudad. Si bien el café no es el más barato que se pueda encontrar, puede rellenarse, y las vistas merecen la pena (tanto de día como de noche). Además los baños de esta cafetería, aprovechando la altura, tienen ventanas que ocupan casi toda la pared, siendo una experiencia curiosa.