La torre más mimada de Suiza
Ya lo hicieron los romanos en su momento, y les copiaron famosos como Goethe o Nietzsche. Todos fueron a Baden a disfrutar de los saludables 47 grados de sus aguas termales. Y sus 18 fuentes están custodiadas por la inmensa y compacta Stadtturm.
Ella abre o cierra camino a la ciudad medieval o Altstadt desde el siglo XV, y es famosa por la belleza de su característico remate con salientes en los ángulos y por ser la única superviviente del sistema defensivo de la ciudad medieval.
Su verdadero nombre es Brugger o Torre de Bader y es quizá el patrimonio más y mejor conservado por los habitantes de Baden, que incluso la embellecieron con ladrillos de los tres colores de la ciudad- negro, rojo y blanco- y la renuevan y cambian constantemente, ya sea para su conservación o para reparar desperfectos, como ocurrió en 1990 cuando su parte superior resultó muy dañada por una tormenta.
Una auténtica belleza suiza.
Y claro, como en los cuentos de hadas, hasta 1985 sirvió de cárcel de la ciudad, por lo que se cuentan muchas historias románticas sobre sus moradores. Pero claro, para saberlas hay que ir a Baden....
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