No te pierdes el necrópolis romano.
La Iglesia de Sveta Sofia es quizás el monumento más importante de Sofia y de hecho es de donde la ciudad recibe su nombre.
Es una basílica construida en el siglo VI durante el reino de Emperador Justiniano I y se considera una de las iglesias más importantes del comienzo de la Cristiandad en Europa.
Lamentablemente, sus frescos fueron destruidos durante la dominación otomana cuando el edificio fue convertido en una mezquita, la cual fue derrumbada posteriormente por un terremoto. Fue renovado en el siglo XX pero claro, ha perdido mucho de su esplendor original.
Fue construido sobre un necrópolis romana y se ha abierto un museo en su sótano donde puedes ver tumbas de la época romana, mosaicos romanos impresionantes, e incluso algunos frescos romanos. El museo fue interesante y digo de ver, pero mi parte preferida fue la iglesia, a pesar de su decoración austera, tiene una atmósfera indescriptible que te invita al silencio y la contemplación.