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Svolværgeita (la cabra de Svolvær)

1 opinión sobre Svolværgeita (la cabra de Svolvær)

Unas pezuñas de vértigo

Svolvær, ubicada en el archipiélago de las Lofoten, es una bulliciosa ciudad portuaria en la que confluyen los principales nudos de comunicación de la región tanto marítimos como aéreos siendo por tanto una de las principales puertas de entrada para un turismo cada vez más presente en estas latitudes; recordemos en este sentido que, por ejemplo, el famoso crucero Hurtigruten tiene salidas diarias desde este punto.

Svolvær es una ciudad abierta al mar en lo que a su vertiente Sur se refiere y es por esta vía por la cual ingresa un buen caudal de divisas y sin embargo uno de sus mayores puntos de interés se encuentra en las montañas que protegen la ciudad por el Norte.


En la cadenas montañosas que circundan el Norte de Svolvær se alza el monte Svolværgeita (la cabra de Svolvær), se trata de una curiosa elevación de unos 40 metros de altura rematada por dos peculiares peñascos que, con un poco de imaginación, parecen representar las pezuñas de la pata de una cabra, de ahí el sobrenombre con el que se conoce al lugar.

La formación rocosa, compuesta principalmente de granito, es singular, curiosa e incluso resulta atractiva a la vista. Por lo escarpado y vertical de su perfil no resulta extraño el hecho de que las “pezuñas” de la “pata de la cabra” no fuesen coronadas por ningún escalador hasta que en el año 1910 Carl Rubenson, Alf B. Bryn, y Ferdinand Schjelderup abrieron la vía que les permitió alcanzar la cumbre y que a la postre permitió que muchos otros escaladores hiciesen lo propio desde entonces hasta nuestros días.

El “fenómeno” del monte Svolværgeita atrae a escaladores de todo Noruega y de otras partes del planeta, que no contentos con hacer cumbre siguiendo alguna de las vías abiertas en la dura pared granítica realizan, una vez alcanzada una de las pezuñas, un peligroso ritual consistente en dar un salto para alcanzar la otra pezuña de la pata de la cabra.

Me imagino que espoleados por el “subidón” de adrenalina que supone alcanzar la cumbre de cualquier montaña no dudan en arriesgar el pellejo dando un salto entre dos peñascos separados por una distancia de metro y medio que sin duda debe acrecentarse a los ojos del intrépido saltador si tenemos en cuenta que a sus pies se abre un tremendo vació de 40 metros……Sin duda una actividad reservada para valientes…

Si os gusta la escalada y sois amantes del deporte extremo el monte Svolværgeita es vuestro destino !Animo y a la vuelta nos lo contáis¡
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Información Svolværgeita (la cabra de Svolvær)