Isella es el nombre de la flor de la Borraja.
Cuando viajo, lo hago en calidad de viajero, no de juez. No soy quién, para en una visita y con un único criterio, juzgar lo bueno o lo malo. Si no me gusta, me lo callo y lo archivo en el álbum de recuerdos que todos llevamos en esta agradable mochila de nuestros viajes. Sería injusto, valorar toda la trayectoria de un local, por lo que un determinado día haya ocurrido. Hablo de lo que me agrada y lo valoro, porque el juzgar puede inducir a errores irreparables. (801visitas a día de hoy)
El caso, es que llegamos al Restaurante D´Isella, (el nombre de la flor de la Borraja) que así se llama el restaurante de Taberna D´Aragón y reconociendo que soy un observador compulsivo, pedimos en la barra un vino y una cerveza para "fisgar" el panorama. Cierto que ése día se notaba alguna descoordinación entre el ascensor del comedor y las comandas.
Nos acomodan en una mesa en el centro del comedor de arriba (hay dos, por si le interesa a alguien) y tardan un poco en atendernos. Amablemente Estela, nos explica que hoy las cosas no funcionan todo lo bién que ell@s quisieran y nos tranquiliza.
De primero, cintas a la crema de espinacas y alcachofas con jamón.
De segundo, Unos sencillos huevos fritos con txistorra, patatas de las de pelar y codillo de cerdo para mí.
Una sonrisa cómplice de pareja, indica que hemos acertado. A partir de aquí, se resuelven los problemas, Estela sigue con su sonrisa, el comedor queda vacío y llega el momento de las confidencias.
Oferta de txupitos, infusiones, café y agradecimientos.
A tener en cuenta que:
Los huevos fritos, no nadaban en aceite.
Las raciones, en la medida que tienen que ser. Proporcionadas.Sin agobios.
Hablamos del ingrediente que hacía tan rica la crema de espinacas (posiblemente Albahaca) para las cintas, etc, etc.
Esta fue nuestra experiencia y como tal la contamos. Y como además el argumento se refuerza con imágenes, os dejo las fotos de los platos y a partir de ahí, vosotros mismos.
Que te quede claro, Estela. Eres una profesional como la copa de un pino y manejas un local al que voveríamos con los ojos cerrados.
Creo firmemente, que la filosofía de la "nube" camina en el sentido de construir, facilitar, sugerir y ayudar a todos los viajeros que se tengan como tales. Lo de juzgar, queda para los de la toga.
En ésta ocasión, merece la pena adjuntar la factura y que cada cual saque sus propias conclusiones.


