Así es como llaman a la famosa Calle Laurel, donde todos los logroñeses tapean, por su recorrido sinuoso en el que después de unos vinos vas dando bandazos, y en el número 1 está la Taberna del Tio Blas, donde tomamos una tabla de embutidos con pan de vino, y probamos el famoso granizado de Rioja, una bebida refrescante que se bebe como refresco pero no deja de llevar vino y es peligrosa si te pasas.
La taberna del tío Blas es uno de los bares referencia de la famosa calle Laurel en Logroño. Un sitio donde cenar de tapas en buena compañía y poder probar alguno de los famosos vinos de La Rioja.
Su oferta de vinos en muy amplia, igual que la de pinchos. Son famosas sus mini hamburguesas, pero realmente aquí no hay nada malo. Desde sus croquetones, a sus bolas de carne o marisco, pasando por sus tostas de solomillo con roquefort.
Si vas a hacer una ruta de pinchos por la calle Laurel, sin duda que es uno de los bares a tener muy en cuenta, y con precios muy competitivos.
Hay lugares donde no nunca hay forasteros, donde nunca te puedes sentir extraño, donde la amistad y la gastronomía en miniatura se funden con grandes vinos de rioja para vivir una calle y una experiencia totalmente única ...
Os esperamos para ver como en La Rioja entendemos de compartir , de disfrutar, de la amistad , de vivir la calle y sobre todo disfrutar a tope de nuestra cultura del vino y un poco también de nuestra manera de entender la vida !!! #LaRiojaApetece Te apuntas a visitarnos ;-)
Excelente barra, excelente servicio...
Creo q no puedes ir a la laurel sin pasar por la taberna. Destacar... Decoración mimada, siempre pensando en la comodidad del cliente. Sin duda el trato de los camareros, siempre con una sonrisa y un buen consejo sobre un buen vino ... Por supuesto, esa barra y esos pinchos que no tienen competencia en ningún bar por su originalidad. Me cautivo ese granizado de vino tinto, suave al paladar.... Totalmente recomendable!!
La verdad es que esperaba un poco más, tal vez fue porque llegamos tarde y los pinchos llevaban un rato ya hechos y eso no jugo a su favor.
El local es agradable y las croquetas estaban ricas, pero la mini hamburguesa no triunfo en absoluto, con tantos bares por la zona, no le dimos una segunda oportunidad. Tal vez la próxima vez que visitemos Logroño.
Lo que me han llamado la atención son las originales croquetas que tienen. Una de ellas en especial, la nombraban como "Buenísima croqueta", de modo que no me lo he pensado dos veces a la hora de elegir.
También ofrecen caldito caliente que puedes tomar como acompañante.
