Delfín Marttín Vasco
Genial para niños
Ver a los niños modelar el barro es una experiencia para ellos y un gusto para los padres. Empiezan tímidamente con moldes de animales, pero cuando se sueltan la imaginación es sorprendente y hacen cosas preciosas. La pena es que no da tiempo a cocerlas, pero siempre puedes volver en otra ocasión y llevarte las piezas acabadas. Y Nuria, la ceramista, es un encanto y no cobra por la actividad... Super recomendable.