El taxi me parece la mejor opción de ...
El taxi me parece la mejor opción de transporte al llegar al Aeropuerto Internacional de Pudong (Shanghai) para acercarse al centro de la ciudad.
El trayecto dura una hora (a Puxi, al otro lado del río), y es bastante barato (sobre unos 120 CNY, 12 euros). Lo más importante es que, si no sabes chino, lleves una hoja con la dirección de tu hotel o de la casa de tu contacto en Shanghai escrita en chino, porque si no te auguro una larga estancia en el aeropuerto jajaj…
Como es normal, casi ningún taxista chino sabe leer las letras del alfabeto occidental y tampoco saben inglés. Como mucho un poco de “chinglis” que consiste en “hellou”, “OK” y poco más. Como estarás en territorio chino tendrás que adaptarte a sus “reglas” si no quieres quedarte en la estacada.
Al salir del aeropuerto te encontrarás con una pequeña cola de gente esperando un taxi. Suele haber un hombre que antes de que subas te pide el papel con la dirección, para decirte en qué taxi tienes que subirte, ya que son de diferentes compañías y algunos no van a Puxi.
Dos consejos: el primero es que desconfíes de las personas que te ofrecen un transporte “alternativo” aunque tengas que esperar una pequeña cola para coger el taxi; y el segundo es que antes de salir del aeropuerto cambies tus euros por yuanes para poder pagarle al taxista. Con un billete de los rojos y otro de 20 deberías tener suficiente…Ah, y no te pongas nervioso/a, es todo más fácil de lo que parece!!
Los taxis son un método de trasporte muy recomendable en Shanghai, la gran metrópolis china del este.
La bajada de bandera es del equivalente a un euro, y puedes estar unos 10 minutos en el coche hasta que cambie el precio del taxímetro. Unos 20 minutos de carrera suelen costar sobre 1,5 euros (15 CNY).
Hay varias compañías de taxi que operan en Shanghai y las distinguirás por los diferentes colores de sus coches.
Lo que os recomiendo que hagáis siempre, si no sabéis el idioma, es que llevéis escrito en letras chinas la dirección a la que os dirigís. Le dais el papel al conductor y casi seguro que sabrá cómo llegar. Lo bueno de los taxistas de Shanghai es que casi todos se conocen bastante bien la ciudad y no hay que darles mayores explicaciones.
A los taxis de Shanghai sólo se puede acceder por la puerta derecha trasera, ya que la otra está casi siempre cerrada.
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