Cenando con el Americano Impasible
Diez años de historia han sido suficientes como para que este restaurante de la antigua Saigón se convierta en un referente del buen gusto, la buena comida, y de la nostalgia de una época. Debemos buscarlo expresamente porque su escondida entrada, a través de un pequeño corredor iluminado sutilmente, hace que sea fácil que pase inadvertido.
La herencia francesa, las imágenes que dejó la obra de Graham Greene en nuestra memoria, acuden al entrar al restaurante. Allí todo invita a las confidencias, también a las intrigas, y a disfrutar de una perfecta sobremesa en su salón.
La carta se compone fundamentalmente de cocina vietnamita, con clara presencia francesa y china. Bien presentada, visualmente atractiva y muy sabrosa. Mezcla de tradición y de innovación, en uno de los locales más románticos de la vieja Saigon.