Templo de Kom Ombo

Unos templos situados en la ribera oriental del río Nilo, entre Asuán y Luxor. Templo bilateral dedicado a tres divinidades "Dios Haroeris - al Dios Sobek y a su hermano Jonsu" de la época Ptolemaica, excepto una entrada en piedra caliza, dentro de un muro de adobe que "Tutmosis III" mando construir, en honor al dios Sobek, el dios de la fertilidad y creador del mundo.

Una posición privilegiada en las rutas hacia Nubia, por el Valle del Nilo. Dos templos tan grandiosos, como imponentes que perduran en el tiempo, lo mismo que restos de sus colores brillantes en los bajorrelieves.

Uno en la colina dedicado a Apolo y el pequeño dedicado a Isis. Sin duda lo que, queda de ambos es magnifico.

Precioso lugar para contemplar una puesta de sol en un lugar edificado hace miles de años. Huele a magia. La lastima es que todos los barcos que hacen el crucero por el nilo pasan por el mismo sitio y se llena todo de gente. La ventaja de visitar este templo es que aprovechas esta poca luz que va quedando y que empiezan (empezamos) a escasear los turistas

El templo de Kom Ombo tiene dos partes iguales, la parte izquierda dedicada a Horoeris (Horus) y la paprte derecha dedicada a Sobek ( cabeza de cocodrilo) hay momias de cocodrilos en los sotanos del templo,era un centro médico que tenia herramientas para todas las operaciones,dentales, de cerebro,cateters fierras,atc. Esta muy derruido pero tiene imagenes
con relieve que impactan

El templo de Sobek, el dios cocodrilo, creador del Nilo a partir de su propio sudor, lo vimos de noche y había demasiada gente, como siempre, las fotos no son demasiado buenas, que le vamos ha hacer, como todo en Egipto, increíble, al menos para mi.

En la orilla del Nilo opuesta al templo de Kom Ombo pude asistir a una de las puestas de sol más hermosas que recuerdo. Un sol anaranjado se ocultaba entre un mar de verdes palmeras, ofreciendo un bello contrapunto el esbelto minarete de una mezquita.

Fantástico templo dedicado a su Dios, mitad hombre mitad cocodrilo.

Civilizaciones perdidas nos hablan en la distancia del tiempo.