El templo de los Jizo
A pocos minutos de famoso Daibutsu de Kamakura, está el Templo Hasedera. Uno de los más turísticos y bonitos de la ciudad. Cuenta con una posición privilegiada, en la ladera de una colina, con bonitas vistas sobre el mar que baña las costas de la ciudad.
Como en casi todos los templos de esta ciudad, se paga entrada para acceder. Dentro hay aseos, máquinas de café y hasta mesas para sentarse un rato a descansar entre tanto ir y venir de templo en templo.
Hasedera es famoso por la cantidad de estatuas Jizo que hay en si interior. Estas aparecen alineadas como si fueran niños esperando para entrar a clase.
Lo más llamativo es que muchas de estas estatuas están vestidas como si de verdad fueran niños. ¿A que se debe esto? Pues a que estas pequeñas estatuas Jizo, patrón de los viajeros, las han colocado en ese lugar mujeres que perdieron a sus bebés tras un aborto. Y ahora los cuidan como a esos niños que nunca tuvieron.
Jizo, junto con Kannon, es una de las deidades budistas más populares de Japón, y ésta última también está en este templo de Kamakura, en la sala principal de éste.
Se cree que el origen de este templo es precisamente la estatua de la diosa, que pudo llegar a una playa cerca de Kamakura en el siglo VIII:
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