Uno de los sitios más tranquilos de Tokio
El Templo Shineiji es uno de esos sitios que te hacen preguntarte si en verdad estás en medio de la ciudad más grande del mundo. Uno imagina Tokio como una gigantesca y agobiante jungla de cemento y luces de neón y se topa con la tranquilidad absoluta de una zona como la de Yotsuya, al centro-oeste de la ciudad.
Aquí hay calles en las que rara vez se ve pasar un auto y gente que va a trabajar en bicicleta. Es una de las pocas zonas relativamente montañosas de la capital, lo que hace que desde el templo se puedan ver los tejados de muchas casitas tradicionales alrededor.
Dentro del complejo se encuentra un pequeño pero agradable jardín japonés, un cementerio budista y un salón principal. El ambiente tranquilo y realmente tradicional que se siente hace que den ganas de quedarse más tiempo a pesar de que el templo en sí es menos espectacular que el Senso-Ji de Asakusa. Hay una antigua lámpara de concreto, una serie de “bonsáis” y las ofrendas tradicionales que se dejan frente a las tumbas según las religiones budista y sintoísta que se practican paralelamente en el país.