Alicia Ortego
el pueblo de los niños
Terra es un pueblecito que está a unos 2 km. de Konso, cruce de caminos en la ida y vuelta al Valle del Omo desde la capital. Un paseo por una pista que sube y baja pronunciadamente os llevará hasta él, es muy fácil de encontrar.
Los Konso son una etnia "famosa" por no querer plegarse a las recomendaciones del gobierno en materia de anticonceptivos, y así nos explicaron la cantidad de niños que había. La verdad es que eran muchísimos!!
La aldea en sí se encarama en lo alto de una peña, con casitas de adobe y techos bajos que me recordaron un poco a las aldeas de Burkina Faso, y caminitos estrechos por los que es difícil que pase incluso un burrito cargado.
Cada casa tiene un patio para los animales y la paja, el grano, etc., y lo más curioso es que todos los techos de las casas están coronados por una tinaja, que parece hacer las veces de chimenea... si no fuera porque están tapadas con un montón de paja (a no ser que el humo salga por los recovecos de la misma, claro).
Aquí tienen, además, una gran casa parecida a las "casas de la palabra" que he visto en Mali o en Camerún, pero a diferencia de éstas, la de Terra es para los chicos y chicas jóvenes. Este es su espacio privado, el lugar donde se relacionan con sus iguales, donde se reúnen para hablar... y aquí pusieron el acento en "hablar de sexo" (yo me pregunto ¿sólo hablar? ;-)) y de sus cosas.
Por otro lado, aunque ya son cristianos ortodoxos, mantienen algunas tradiciones de su religión ancestral, como poner un árbol cada vez que comienza o acaba una generación, esto es para ellos cada 18 años. Este árbol se planta delante de la casa de los jóvenes.
Aparte de algunos ancianos (muy pocos), y alguna mujer que volvía al poblado con grandes haces de hierba a la espalda, todo lo que vimos fueron niños, cientos, que nos rodeaban constantemente en busca de atención, de regalos, de fotos, de juegos... :-)
Aquí tienen, además, una gran casa parecida a las "casas de la palabra" que he visto en Mali o en Camerún, pero a diferencia de éstas, la de Terra es para los chicos y chicas jóvenes. Este es su espacio privado, el lugar donde se relacionan con sus iguales, donde se reúnen para hablar... y aquí pusieron el acento en "hablar de sexo" (yo me pregunto ¿sólo hablar? ;-)) y de sus cosas.
Por otro lado, aunque ya son cristianos ortodoxos, mantienen algunas tradiciones de su religión ancestral, como poner un árbol cada vez que comienza o acaba una generación, esto es para ellos cada 18 años. Este árbol se planta delante de la casa de los jóvenes.
Aparte de algunos ancianos (muy pocos), y alguna mujer que volvía al poblado con grandes haces de hierba a la espalda, todo lo que vimos fueron niños, cientos, que nos rodeaban constantemente en busca de atención, de regalos, de fotos, de juegos... :-)
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