Kris por el mundo
Buen hotel, estupenda ubicación
En una ciudad tan grande como Yangon alojarse en un hotel que permita ir caminando hasta la Shwedagon pagoda es todo un lujo. Así que entre y la belleza del entorno este hotel al borde del lago tiene ya varios puntos a su favor.
Las habitaciones son amplias y bien decoradas, aunque no todas tienen las mismas vistas. La recepción es preciosa, con mucha madera al igual que ventanas y balcones.
Los desayunos son excelentes y en los jardines hay una piscina que no pudimos usar pues la estaban limpiando.