Iris Enríquez
Típico bed & breakfast
Planificando nuestra visita a Bath nos dimos cuenta que si queríamos hacer noche allí nos iba a costar un auténtico dineral. Como no nos queríamos perder la ciudad y sí o sí tendríamos que dormir cerca, empezamos a buscar hoteles en los alrededores. Radstock está a unos 15 minutos en coche del centro de Bath, es un pueblito pequeño sin demasiado que ofrecer al turista salvo el descanso al final del día, pero tiene la ventaja de que allí se encuentra el Radstock Hotel, que cumple con todos los clichés que uno tiene en mente sobre los b&b ingleses: dueña encantadora, pub propio, suelo enmoquetado, tetera en la habitación...
Personalmente salí encantada de la experiencia, sólo pasamos una noche y me hubiera gustado pasar alguna más. Las habitaciones son muy amplias, nuevas y modernas pero sin dejar de ser tradicionales, con una buena televisión. El desayuno es impecable, preparado por la misma señora, que se preocupa de que esté todo a tu gusto.
Muy recomendable.
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