sala2500
No está mal...
Un restaurante muy cuco, muy arreglado por dentro y con una terraza balcón muy chula, desde donde puedes ver la vida del pueblo pasar mientras comes. El restaurante está en el centro neurálgico del pueblo y el tránsito de gente es alto.
Como aquel día íbamos con niños, no podíamos jugárnosla con la comida. Los hijos de Marios (como casi todos en el mundo), eran un poco especiales para la comida. Así que pedimos pollo con patatas al horno para todos, una apuesta segura. Estaba bien, sin pasarse.
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