ANADEL
De ensueño
Maravilloso hotel en un lugar de ensueño, solo faltó que esa noche las auroras boreales hubieran danzado en el cielo sobre el mar de Barents que tiene a sus pies.
Estaba muy concurrido por gente procedente de todas las partes del planeta, desde Australia a Japón, y es que es punto de llegada del Hurtigruten y se regresa a Oslo desde el pequeño aeropuerto de Kirkenes.
Fue un auténtico acierto quedarse aquí a dormir, conocer este lugar, y hacer una increíble excursión sobre el fiordo helado con Barents Safari.
Pagando un suplemento se tienen vistas, sino la habitación recae sobre el pueblo.
Su terraza exterior y toda la planta baja acristalada con esas vistas y además, su surtido buffet, son un privilegio.
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