ANADEL
Hay que volver
Nos apeteció dar una vuelta y coger el funicular que lleva a este municipio de San Marino.
Este restaurante tiene buena pinta y buenas críticas, pero nuestro plan era tomar solo unas cervezas que acompaño el encargado con pan y delicioso aceite del terreno, todo un detalle.
Habrá que volver algún día a comer allí.
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