¡¡Viajeros al tren... turístico!!
Cuando no se conoce una ciudad como Santiago de Compostela, de tamaño medio, y se dispone de tan sólo un día para visitarla, el tren turístico me parece la mejor opción, especialmente, cuando se viaja con niños pequeños que, a menudo quedan agotados de las visitas turísticas.
En nuestro reciente viaje por Galicia, decidimos visitar Santiago pero por la noche debíamos regresar a dormir al hotel. De ahí que, en primer lugar nos dirigiésemos a visitar el Casco Antiguo y, por supuesto, la Catedral. Después de quedar sobrecogidos por tanta belleza pensamos en coger este trenecito, que parte cada hora de la misma Plaza del Obradoiro, para que los niños pudieran descansar y de paso, conocer un poco más Santiago.
Como véis en la foto es el típico tren turístico, en este caso de color blanco. Su recorrido es de una hora aproximadamente. La guía explicaba muy sucintamente los monumentos, parques, iglesias, etc por los que va pasando el tren. Demasiado breve, quizá, en sus explicaciones que, a continuación, traducía “libremente al inglés. Como digo, se echaron de menos algunas explicaciones y anécdotas más, ya que la guía no era demasiado comunicativa pero el recorrido mereció la pena, sin duda. Lástima del sistema de megafonía que, en ocasiones no se oye demasiado bien, principalmente debido al ruido de la ciudad.
El precio del tren es correcto desde mi punto de vista: Los niños hasta tres años no pagan (lógico, ya que algunos aprovechan para echar una siestecita con el traqueteo), el resto de niños hasta doce años paga 3 euros y los adultos, 5 euros. Razonable, creo yo.
El tren rodea la ciudad histórica, recorre las calles más importantes, todos los parques y jardines e incluso los diferentes campus universitarios de Santiago, finalizando de nuevo en la Plaza del Obradoiro, a los pies de la Catedral. Una visita rápida y cómoda, en definitiva, que recomiendo a los turistas que visitan Santiago de Compostela por vez primera.