Pablo Strubell
Un hostal como si fuera mi casa
Es perfecto. Habitaciones limpias, luminosas. Al menos la nuestra, que era una doble, que daba al jardin. El desayuno incluido en el precio, cocina estupenda para cocinar. Billar y nevera con cervezas bien frías, para pasar el día. Jardín donde pasar horas en la hamaca. Los dueños super simpáticos. Ah. Y si vas a surfear, está a 100 metros de las Supertubes... me hubiera quedado años allí...