Carla Llamas Peña
Uno de los bares más interesantes de Split.
Slowfood y comida tradicional en uno. En este restaurante se pueden probar hasta 50 variedades de los mejores aceites croatas. Incluso el de sus propios olivos.
Además, se pueden probar otros platos y tapas tradicionales de Dalmacia y de Split. Tienen un menú diario que no probamos pero que dicen que es nuevo todos los días y basado en ingredientes frescos.
Hornean su propio pan, que es otra de sus señas de identidad junto con el aceite. Recomendamos una cata de dos o tres aceites, unos quesos y que os recomienden un vino para acompañarlo. Una cena slow, ligera y muy mediterránea en un espacio realmente bonito.
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