Dónde vamos Eva
Museo al aire libre
En mi viaje desde Milán hacia la Selva Negra, decidí incluir una parada en esta curiosa y diminuta capital europea.
Un día en Vaduz da para bastante ya que aunque es muy pequeñita, está cargada de museos interesantes y alguna que otra sorpresa arquitectónica y paisajística.
Una buena opción es pasar primero por la Oficina de turismo y dejarte aconsejar para realizar una visita guiada de dos horas que te introduce en el llamado "Parque de esculturas" y que recorre la colección de piezas escultóricas que te saludan a cada paso por esta capital. Pero no solo eso, la visita también incluye la explicación de grandes elementos arquitectónicos que están convirtiendo a Vaduz en referencia de arte moderno.
Destacan en esta ruta "La mujer durmiente" de Botero y el "cubo negro", impresionante edificio que alberga el Museo de arte contemporáneo de Liechtenstein.
A mi personalmente me ha gustado esta parada en Vaduz, disfrutar de sus limpísimas y heterogéneas calles, subir al castillo, disfrutar de una "parade" de vacas y granjeros que recorre el centro de la ciudad cada tarde..., bueno, el consejo de siempre..., pasear tranquilamente y dejarte seducir por lo que ves.
Aunque nos ha recibido un día gris y lluvioso (muy dado por estas zonas), hemos aprovechado bien el momento y hemos disfrutado de curiosos museos, como el de correos, o visitado las primeras iglesias protestantes que nos han acompañado después por nuestro recorrido por la Selva Negra.
Eso sí, prepararos a ver sedes bancarias impolutas y una ciudad donde se huele la "pasta", y no la italiana precisamente ;-) !!.
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