Creo que Valderrobres es uno de los pueblos más bonitos en los que he estado.
El recibimiento ya es abrumador: desde la orilla enfrentada del río, un precioso puente de piedra cruza el espejo en que se refleja para adentrarte en un pueblo medieval lleno de callejuelas de piedra de los que te apetece reconocer cada recodo. En la cima, coronando por la iglesia de Santa María la Mayor, la Casa Consistorial y el Castillo del Arzobispo (por cierto, merece la pena la visita no solo por sus interiores, sino por las vistas desde la planta superior del mismo).
En resumen, creo que es uno de los pueblos más imprescindibles de visitar en España.