Venecia

La ciudad de Venecia ocupa un lugar muy especial por su gran cantidad de rincones bellos, románticos, históricos, espectaculares y únicos que una ciudad pueda sumar; sabemos que es indescriptible su gran personalidad y su historia.

Seguramente se cuentan por millones las imágenes y fotografías de sus canales, fachadas, puentes y callejones cuya belleza es difícil de describir con palabras; sin embargo es una bellísima experiencia, observar esa gran belleza desde un barco que te va alejando de su costa, dejando atrás sus canales, sus iglesias, edificios centenarios; todas sus hermosas sus torres, plazas y góndolas.

¡La improvisación al poder! Prepara el viaje como si de una agencia se tratara. Busca, aprende, lee, mira y no dejes nada al azar. Conoce la ciudad como la palma de tu mano antes de ir. Solo la preparación del viaje merece la pena, pues es como si de un sueño se tratara.
Una vez que llegas allí con tu programa y tus planes bien preparados, sentirás como si ya hubieras estado antes; entonces, olvida tu guión, abandona tus planes y déjate llevar por la improvisación y el encanto... Ve allá donde te apetezca y visita lo que quieras; pero lo más importante ¡Piérdete! Atrévete a adentrarte en sus calles y pasadizos y encontrarás lugares de ensueño.

Maravillosa ciudad sin coches, silenciosa pero muy activa, repleta de arte e historia, misteriosa, a veces decadente y en esta época del año con parte de sus canales congelados. Aunque mucho frío, hemos tenido la gran suerte de no tener días de lluvia, solo una mañana nevó durante una hora, lo cual es otro espectáculo. Alojados en el Hotel Montecarlo, muy cerca de la Plaza de San Marcos, recomendable. A no ser que vayas intencionadamente al Carnaval, el ambiente en la semana previa es más tranquilo y puedes hacerte perfectamente a la idea de lo que se cuece: fiesta, disfraces, baile, conciertos...

Magia es la palabra que yo utilizaria para sintetizar al máximo lo que provoca este lugar en mi cabeza. La luz lo envuelve todo merced al reflejo que provoca el agua de sus múltiples canales. Al amanecer resulta espectacular contemplar desde el Puente Rialto como se despierta la ciudad. Las multiples tiendas de máscaras dan buena cuenta de la importancia de su pintoresco carnaval. Si tienen oportunidad procuren un paseo en góndola y comprenderán por que la llaman la "serenísima". Cuando el cansancio hace mella es un buen momento para saborear la plaza de San Marcos con sus miticos cafés (Caffé Florian) donde la música clásica hara nuestras delicias.