El deseo de todo peregrino de seguir...
El deseo de todo peregrino de seguir las huellas de Jesús por Tierra Santa especialmente en su Pasión desde el Pretorio hasta el Calvario, ha quedado plasmada en el ejercicio del Vía Crucis. Esta devoción medieval franciscana entronca con la costumbre de los primeros cristianos: recorrer los lugares por los que pasó Cristo con la cruz.
Seguir emocionados este itinerario tratando de adivinar el tormento de Jesucristo paso a paso, es el objeto piadoso del habitual recorrido del fervor penitente. El escenario permanece sustancialmente fiel a la primera geografía del recorrido y no deja de sobrecogernos la carga de verosimilitud que le imprime su antigüedad.