Hay dos parques que uno no puede...
Hay dos parques que uno no puede perderse si visita Berlín: el Tiergarten-el más grande, casi un bosque- y el Victoria.
Éste último es mucho más pequeño y también mucho más laberíntico. Con sus cascadas en lo alto de la colina y el monumento romántico de Shinkel parece el escenario de una película de dragones o de una escena de la Tierra de los Elfos del Señor de los Anillos. Es un parque mucho más cuidado que el Tiergarten y no se permite el acceso de bicicletas. Se encuentra en una de las zonas más elevadas de Berlín, y tiene por eso mismo unas vistas estupendas. Cerca del parque y en su interior hay multitud de puestos donde puede conseguirse la clásica salchicha alemana o algo de beber.
Quizás lo que más me gustó, aparte de sus cascadas, fueron los pequeños estanques cubiertos de pétalos, nenúfares y hojas caídas de los árboles. Aún a riesgo de pecar de empalagosa, me pareció uno de los lugares más románticos en los que había estado nunca. ¡El rincón perfecto para declararte a tu pareja! ;)
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