El lugar más mágico del mundo para ir con niños
Disney es magia. El lugar donde uno se olvida de que es adulto, de preocupaciones y stress... y se dedica a vivir y disfrutar de un lugar de cuento. Los niños contagian tanta inocencia que verles con los ojos como platos atónitos antes sus personajes preferidos te hace a ti también creer un poco en todo eso.
No hay una edad perfecta, pero creo que entre los 3 años y los 8 es cuando más lo disfrutan. Antes no se enteran de mucho y después, ya no creen en lo que están viendo. Si tienes la suerte de vivir la experiencia cuando tus hijos están en ese rango, prepárate porque vas a disfrutarlo todo con una intensidad mágica. Ha pasado un año desde mi viaje y mi hija no hay semana que no hable de él. Hemos viajado por todo el mundo pero Disney es incomparable para ellos.
Eso sí, Walt Disney World es inmenso y planificarse es clave y puede marcar la diferencia entre el éxito o el fracaso del viaje si se va con niños. Hay muchas colas, por lo que moverse evitando a la multitud es clave.
Cómo? Un truco es llegar al parque a primera hora e ir directos a las atracciones estrella, que cuando abren están menos colapsadas. La hora de comer también es un buen momento. Aunque te parezca exagerado, planifica el recorrido con antelación en un mapa, te ahorrarás caminatas y cansancio.
Merece la pena pagar por el fast pass, el sistema de acceso rápido a las atracciones. Con lo caro que es llegar hasta allí (el precio de este viaje es alto) por un poco más, disfrutas el doble.
Si tus hijos son pequeños en el mismo parque alquilan sillitas de paseo. Así que no hace falta que las lleves desde España. Son bastante económicas y para niños menores de 4 años yo diría que imprescindibles. Hay tanto que andar que al menos al ir sentados guardan energías para lo que de verdad importa: disfrutar en las atracciones.
Y un último consejo: si tus hijos quieren conocer a algún personaje Disney, consulta los puntos de firma de personajes. En todo los parques hay horas y puntos concretos. Abrazar, besar y conseguir el autógrafo de Mickey o Blancanieves puede ser un sueño para los pequeños.
Si estás dudando, no le des más vueltas. Es cansado sí. Pero va a ser un viaje único en familia.


