Liliana Rancel
No lo llamemos loco, digamos excéntrico
No llamemos al señor Romano Gabriel loco, digamos que era excéntrico o incluso que tenía una pasión... Su pasión eran las exculturas de jardín hechas en madera, las hacía y las ponía en su jardín y luego otra y otra, y una más... Ha su muerte el pueblo decidió darle un espacio a su obra y ahora luce expuesta y protegida en la zona vieja de Eureka
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