Marta Pilar
Pequeña y preciosa villa
Esta pequeña villa es el lugar originario de los abuelos paternos de mis hijos y uno de los sitios a los que mi hija quería visitar cuando fuese a España. Su madrina, hermana de su papá, la invitó a ir y así cumplió con su sueño llegando a ese lugar un domingo en el que la Iglesia de la Asunción y San Martín, la que según pudieron averiguar fue construida en el año 1325 y la que existe en la actualidad es una ampliación realizada entre 1580 y 1690, tenía en la puerta un cartelito que anunciaba que estaba cerrada porque había muerto un vecino y estaban todos en el Cementerio, párroco incluido, por ese motivo no la pudieron visitar.
La Iglesia está frente a la plaza, tiene una fachada muy bonita y un campanario de estilo neoclásico coronado por cuatro esculturas de perros, una en cada esquina y un moderno pararrayos reconstruido el año 1910, el anterior era del siglo XVI. Siempre escuché hablar, e incluso probé, las famosas casquetes de las que hablaban las viejas tías de mi marido y allí encontraron una panadería, cerrada también, que tenía en la vidriera una caja de casquetes.
Dieron una recorrida por el lugar y por la orilla del río Ebro y caminaron por sus antiguas callecitas, algunas con casas más modernas y otras muy antiguas en dos plantas, balcones de hierro muy sencillos y algunos arreglados con macetas con flores y plantas.
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