atmósfera decrépita
Yangón o Rangún nos recibió una noche húmeda y calurosa, en pleno monzón. Este era mi segundo viaje al Sudeste Asiático y allí me encontré con un montón de detalles desconocidos y sorprendentes. Pero Yangon no es como otras ciudades de ese entorno... bastante joven, llegó a ser capital en 1885, cuando los británicos completaron su conquista en el norte de este país y Mandalay perdió ese título junto con la caída del reinado birmano.
Recuerdo sus calles con edificios coloniales cayéndose de viejos, llenos de musgo y verdín por la humedad reinante... la gente comiendo a cualquier hora, en sillitas mínimas (como luego he visto en Vietnam y Camboya, por jeemplo), mercados nocturnos donde el pescado y la carne se ofertan en grandes cestas, con velas encendidas enmedio de la mercancía, porque la luz se va cada dos por tres. Calles oscuras, muy oscuras, por falta de alumbrado público, pero llenas de vida, de gente y de puestos de todo, hasta de condones! pequeñas mercancías en todo caso, en un país regido por una Junta Militar férrea, y bloqueado económicamente por los demás, excepto China, que por supuesto está allí presente en todo tipo de lugares, "colonizando".